Tengo varias deudas, ¿cómo me debo cuidar ahora?

02.03.22 04:22 PM By Jennifer

Existen estrategias de pagos útiles cuando te aproximas a una situación crítica de deuda. También hay formas de reagrupar varios endeudamientos

La decisión de tomar deudas puede ser, en ocasiones, una estrategia para adelantar cierto bienestar a la familia. En muchos casos pensando que las condiciones económicas mejorarán, pero sin tener plena seguridad.

 

“Puedo tomar un préstamo en el banco. De todas formas, lo más seguro es que a la vuelta de un año tenga un mejor empleo y pague el préstamo más fácilmente”, se puede decir un hombre o mujer de familia.

 

Un tiempo después, por no decir unos pocos meses después, la misma persona se plantea: “Pero no vendría mal, además, tomar un préstamo de vehículo para poder pasear con la familia”.

 

El problema es que esa persona ni siquiera tiene una oferta de empleo en mano, no tiene un negocio en marcha, tampoco tiene una actividad adicional que le genere ingresos extras en el presente.

 

No hay nada de malo en pensar en un futuro más próspero, mucho menos hay nada de malo en querer lo mejor para la familia. Pero hay que recordar que la base del crecimiento financiero, personal y familiar, siempre debe estar fundamentado en el ahorro, no en las deudas.

 

En otras ocasiones se acumula deuda en contra de nuestra voluntad, por emergencias e imprevistos que surgen. Y simplemente toca atenderlos del modo en que se pueda.

¿Qué hago ahora que tengo varias deudas con mi(s) banco(s)?

 

Sea por uno u otro motivo, lo importante en este momento es buscar una solución al exceso de endeudamiento. En este punto, es posible que este sea una combinación de tarjetas de crédito y préstamos con entidades financieras.

 

Lo primero que debes hacer es verificar tu nivel de endeudamiento y tu capacidad de pago. Esta última la determinas por la diferencia que hay entre lo que adeudas y lo que tienes de ingreso. Si lo que adeudas todavía no supera lo que ganas, tu carga crediticia puede ser manejable. Convierte el 10% de tus ingresos mensuales en una poderosa herramienta de pago.

 

¿Cómo así? Ya te explicamos paso por paso. Primero, procede a listar tus deudas, poniendo en los primeros lugares aquellas que tardarás menos en pagar.

 

Mientras ejecutas los pagos mínimos de todas las demás, a esta primera vas a dedicar el pago mínimo más el 10% del que te hemos mencionado. Esto te traerá dos beneficios:

  Se acorta el lapso para pagar tu primera deuda.

  Ayuda con tu récord crediticio en la entidad financiera donde tienes el endeudamiento.

 

Una vez saldado este compromiso, pasas al siguiente en la lista, al cual vas a dedicar mensualmente su correspondiente pago mínimo, más lo que dedicabas a la primera deuda; es decir, el pago mínimo de la primera deuda y el 10% de tus ingresos.

 

Si aplicas este procedimiento a todas tus deudas, acortarás el tiempo para pagarlas y dejarás una buena impresión en tus bancos. Pero esta estrategia no es milagrosa por sí sola, ¿qué queremos decir con esto? Sencillo: ningún plan de pago es efectivo sin dos elementos claves:

 

  Evitar más endeudamientos.

  Reducir gastos.

 

Ese 10% que te mencionábamos puede salir, por ejemplo, de la eliminación (temporal) de los gastos de entretenimiento, así como de los llamados “gastos hormiga”.

 

Estos últimos son aquellos gastos que consideramos sin importancia, pero que sumados a lo largo del mes o del año dan una suma importante. Entran dentro de esta categoría los cigarrillos, periódicos, cafés fuera de casa, golosinas, tarifas adicionales de servicios básicos, etcétera.

¿Cuándo es buena la consolidación de una deuda?

La consolidación de una deuda es básicamente tomar un nuevo préstamo con el objetivo de saldar tus deudas anteriores.

 

Se puede aplicar para pagos de diversas tarjetas de créditos, también para préstamos de mayor envergadura con las entidades financieras. En el caso de las primeras, no suelen estar ancladas a una garantía, como lo puede ser el vehículo o la casa de tu propiedad.

 

Aunque la consolidación de deuda a simple vista parece una idea atractiva, debes vigilar que se cumplan los siguiente parámetros:

 

  Tasas de interés que no terminen elevando tus pagos a un monto mayor al actual.

  Verificar si hay costos por la transferencia de saldos. Si los hay, asegurate que no aumenten en exceso tu deuda.

 

Estas mismas precauciones las tienes que tomar en cuenta cuando se trata de una consolidación de deuda que toma como garantía un bien, que puede ser, como hemos dicho, tu vehículo o tu vivienda. Si los términos son favorables para ti, una consolidación te convendría. Pero, adicionalmente, te recomendaríamos tratar de conseguir ingresos adicionales para saldar más rápidamente tu sobreendeudamiento.

 

Tus habilidades, incluso las que no tienen que ver con tu trabajo principal, pueden granjearte un dinero adicional en plataformas en línea, en ellas se busca a freelancer que ejecuten trabajos puntuales.

 

Tener ingresos extras y una consolidación de deuda son dos herramientas que te pueden permitir ganar tiempo y saldar tus compromisos financieros.

¿Debo notificar a mi(s) banco(s) de mi situación financiera?

¡Definitivamente sí! Si tienes dificultades para pagar tus deudas, adviértelo antes de incurrir en impago.

 

Muchas veces se da por sentado que el banco tendrá una mala respuesta, pero la verdad es que a la entidad financiera le conviene que pagues. Por eso es posible que acuerde alguna facilidad contigo.

 

Por ejemplo, puede ocurrir que acceda a reducir el monto de algunos pagos o que los suspenda por un breve tiempo.  En otras situaciones puede extender el plazo de pago, esto supondría quizá cuotas de pago menos elevadas.

 

No obstante, debes preguntar cómo quedan los intereses, así como si hay recargos por el lapso acordado de impago, y ver si te convienen esas nuevas condiciones.

¿Y si no logro un acuerdo con mi banco?

Es posible que el tema financiero te resulte complicado y más discutirlo con expertos.

 

En ese caso, puedes recurrir a un intermediario, uno con experiencia en el mercado financiero dominicano, debidamente formalizado ante las autoridades y con reglas claras de funcionamiento.

 

Este tipo de intermediarios, que pueden operar a través de plataformas electrónicas legalmente constituidas, pueden conseguir, gracias a su experiencia, una renegociación de tu deuda en mejores condiciones.

 

Estas plataformas también pueden ayudarte cuando ya tienes varias cuotas en mora. En ese caso, el intermediario trata de negociar directamente con las entidades financieras y ofrecerte una segunda oportunidad para el pago de tu deuda en el sistema financiero dominicano.