Diferencia los mitos de las realidades

En República Dominicana, las instituciones bancarias y de préstamo escalan las sanciones en función de la morosidad de sus clientes. Descubre qué ocurre si dejas pasar el tiempo y no pagas las cuotas de tu crédito.

El pago mínimo 

Una primera forma de retraso es dejar de abonar el pago mínimo de tu tarjeta de crédito. En ese caso se aplica un cargo por mora.

Del monto total de lo que adeudas, el banco siempre establece un rango mínimo a pagar antes de la fecha límite, en caso de que no saldes tus consumos completos, que sería el deber ser.

Lo que has consumido no desaparece simplemente porque decidas desentenderte de ello, permanece en tu balance, y a este se le suma la penalidad desde la fecha límite de pago hasta la fecha del próximo corte o hasta que se efectúe el pago.

Se podría decir que la multa por la mora ronda el 5% de lo adeudado. No obstante, el porcentaje puede variar de un banco o entidad de préstamo a otra.

Préstamo moroso

Si ese impago ocurre con otros tipos de créditos (personales, de automóviles, hipotecarios o mipymes) también se impone una penalidad.

Y conforme pasen los meses, se van sumando intereses. En paralelo, esa morosidad se hace visible para todo el sistema bancario dominicano. “¿Cómo?”, te preguntarás. Pues, a través de los burós de crédito, los cuales indican sobre este estatus.

Y aunque esto no te impide el acceso a otras fuentes de créditos en otras entidades, la verdad es que te va restringiendo las opciones, además te pueden elevar las tasas de intereses por considerar que no tiene el más apropiado de los manejos del crédito.

En esta instancia la penalidad se centra en la acumulación de las cuotas y sus intereses.

Préstamo castigado

Cuando demoras más de 90 días sin pagar tu compromiso crediticio, tu cuenta es castigada.

A partir de este momento, el banco puede tomar acciones legales para que pagues. Es la etapa en la que la gente suele decir

 “estoy en legal”.

Cuando esto ocurre, se evidencia en los burós de crédito y es prácticamente imposible que otra entidad bancaria te dé un nuevo préstamo, así como a otros productos financieros. Un impedimento posible es que no puedas abrir una cuenta nómina.

Por cierto, este estatus puede traer otros impedimentos o desventajas fuera de lo bancario. Podría ser el acceso a nuevos empleos o a visados de turismo, estudio o trabajo.

¿Qué pasa cuando estoy en legal?

Técnicamente, el banco puede iniciar una demanda judicial en tu contra para que pagues. Ahora bien, esto representa una incomodidad para ambas partes.

Para el banco significa encarecer los costos para cobrar el endeudamiento. Pasa si le encomienda el trabajo a una agencia de cobranza. Pasa también si decide llevar el caso ante la justicia por medio de abogados, tanto más si estos los contrata fuera de la entidad bancaria.

Para el cliente supone, tras una sentencia de un tribunal, pagar el préstamo, los intereses que se acumularon antes de caer en la categoría de “castigado”, las penalidades que se han ido sumando y, finalmente, los gastos de los abogados (los tuyos y los de

 la entidad financiera).

Pero todo esto empieza cuando el banco interpone una acción judicial. Posteriormente, se le informa al cliente mediante acto de alguacil. En adelante, el conflicto se dirime en un tribunal.

¿Puedo ir preso por una deuda? ¿Me pueden prohibir la salida del país?

No, no se puede poner presa a una persona por motivos tales como el impago de crédito bancario. La Constitución Nacional establece en su artículo 40, numeral 10, lo siguiente: “No se establecerá el apremio corporal por deuda que no provenga de infracción a las leyes penales”. Los préstamos bancarios no entran dentro del ámbito penal.

Sobre la prohibición de salida, esta preocupación se remonta a prácticas que se ejercían antes del nuevo Código Procesal Penal. A la sazón, algunos abogados acusaban a deudores bajo el delito de robo o estafa (una acusación deshonesta), con lo que lograban (de nuevo, bajo la acusación de delitos que no procedían) que le se impidiera la salida del país. Luego de la reformulación del Código ya no hay margen para estos abusos.

Pero estas no son razones para celebrar; pues, ¿recuerdas lo que te dijimos al principio de los burós de crédito y del resto 

de los bancos en República Dominicana?

Exacto, aunque no vayas a la cárcel y no se te impida salir del país legalmente. Lo cierto es que en la práctica seguirás sin acceso a productos financieros, menos que menos a préstamos. Y con lo de salir, pues, en la práctica las oficinas consulares al saber que tienes un crédito castigado —porque te van a pedir la información del buró junto con tus estados bancarios—, muy posiblemente te negarán los visados.

La negociación es la solución

Desde los primeros retrasos y hasta antes de que empiece un proceso judicial estás en posibilidad de negociar con la entidad financiera.

Intenta conseguir una rebaja de los intereses, un descuento del capital o un margen de tiempo para ir poniéndote al día.

Ahora bien, si no logras entenderte con tu banco, lo que puede ocurrir por factores tales como:

● Poca voluntad del personal del banco.

● Incomprensión de los términos jurídicos y económicos.

● Incompatibilidad de horarios.

● Insatisfacción con el trato que te propone el banco.

● Poco tacto en la forma de cobrarte.

Entonces puedes negociar a través de un intermediario, es lo que hacen las negociadoras de deudas en línea o las iniciativas

digitales de reinserción financiera.

Estas permiten que consultes en línea tu endeudamiento, que logres un análisis crediticio justo y una negociación equilibrada con el banco, desarrollada entre expertos en cuestión de minutos.

De este modo, logras un acuerdo que guarda tu privacidad, te ahorra tiempo y se hace entre especialistas para asegurarte que el nuevo acuerdo sea entendible y justo para ti.

La única alternativa para salir de una situación de endeudamiento es pagar. Ahora bien, esto es posible en condiciones de flexibilidad para ti gracias a las ventajas que la tecnología te puede ofrecer.