Intentaste ser disciplinado, pero no funcionó. Todavía hay esperanzas
Intentaste ser disciplinado, pero no funcionó. Todavía hay esperanzas
Si pagaste tu deuda con la tarjeta de crédito o parte de ella, y de inmediato te volviste a endeudar mucho. Si tomaste varios préstamos, pero no pudiste pagarlos a tiempo. Si, incluso, encima recurriste a un prestamista informal, y todo ello ocurrió sin que te aconteciera una emergencia tras otra. Pues, hay problemas de fondo.
Podrías estar padeciendo síndrome de desorden financiero. Se caracteriza por trastornos, manifestados en creencias y comportamientos, ligados al manejo del dinero.
Manifestaciones del síndrome de desorden financiero
Los estudios sobre han identificado algunas expresiones más o menos frecuentes y comunes de este trastorno. Se pueden mencionar:
● Compras compulsivas.
● Apuestas patológicas.
● Adicción al trabajo (workaholism).
● Dependencia financiera.
● Negación financiera.
● Pedir dinero prestado frecuentemente a conocidos.
● Acumulación compulsiva de pertenencia y objetos.
● Depositar responsabilidades financieras en otros.
Esta última manifestación se suele denominar en inglés “financial enmeshment”, hace referencia a comportamientos financieros indebidos, generalmente de los padres hacia los hijos.
Una primera manifestación es transmitir, sin filtro alguno, la angustia ante una crisis económica (fuerte endeudamiento, desempleo, bancarrota, etc.) a los niños; es decir, cuando no tienen la capacidad cognitiva y no pueden procesar correctamente un estímulo tan fuerte… y preocupante.
También puede ser que los padres tomen a sus hijos para desahogarse, casi como si vieran en ellos unos terapeutas. Pero la verdad es que no están en capacidad cognitiva de brindar orientación, sino que deben ser ellos los que reciban orientación de los adultos.
Otras manifestaciones pueden ser tomar el dinero de los niños para hacerse cargo de las responsabilidades de los adultos, incluso chantajear con dinero a los infantes para que manifiesten cariño. También puede darse el caso de que sean usados como “escudos humanos” al ponerlos a recibir y manejar llamadas de los acreedores.
Repercusiones del síndrome de desorden financiero
Una investigación, realizada por especialistas de la Universidad Estatal de Kansas y del Klontz Consulting Group, indicó que este tipo de desorden puede generar problemas a la salud mental de las personas. Por ejemplo:
● Angustia clínicamente significativa.
● Deterioro de los vínculos sociales.
● Afectación de las relaciones laborales.
● Tensión financiera indebida.
● Incapacidad de disfrutar de los recursos financieros propios.
Atención. Si notas que presentas varias de las manifestaciones que señalamos arriba, y a eso se le suman repercusiones como las antes descritas, es posible que estés padeciendo de síndrome de desorden financiero.
Primeros auxilios
Una primera forma de corregir lo que pasa es tomar hábitos saludables financieramente hablando:
● Establécete un presupuesto de gasto y comienza un plan de ahorro.
● Para de tomar nuevas deudas.
● Consigue un acuerdo de pago con tus acreedores.
● Sal a la calle con efectivo para controlar tus gastos.
● Implementa un plan de austeridad.
Medidas en este sentido deberían ayudarte a poner orden en tus finanzas y, paulatinamente, favorecer la mejoría de tu salud física y mental.
Recuerda que las preocupaciones de carácter económico pueden deteriorar tu salud. Si no lo crees, echemos un vistazo al estudio de Northwestern Mutual:
● El dinero es la primera causa de estrés 44% de los adultos estadounidenses.
● Más de 25% de los encuestados se sentían ansiosos y depresivos al menos una vez al mes por temas financieros.
Ayuda psicológica
Ahora bien, si todos los intentos que has hecho por ser más consciente de tus finanzas y por poner control en ella no funcionan, pues, posiblemente estés afrontando un fuerte episodio de síndrome de desorden financiero.
En ese caso, es muy útil recibir atención psicológica especializada. Nos referimos en particular a terapia psicológica con enfoque financiero.
Hay especialistas de esta rama de la atención médica que se encargan de analizar lo que subyace en nuestros comportamientos económicos, es decir, identificar nuestras verdaderas motivaciones tras los gastos, los endeudamientos, el ahorro excesivo, el socorro financiero a conocidos, etcétera. Y, posteriormente, tratar de corregir esos comportamientos.
Así que, si lo has intentado todo para corregir tus finanzas, pero tu disciplina termina fallando, quizá es hora de hacer una evaluación mayor. Y por ello debes sentirte orgulloso u orgullosa. Primero, porque intentaste seriamente enmendar tu camino y, segundo, porque no habiendo funcionado, no te das por vencido/a y vas en busca de una solución mayor en pro de tu bienestar.